Empeñado el Poder Ejecutivo en generar una nueva ley de radiodifusión, la estrategia de nuestra entidad fue presionar al gobierno generando acciones que fortalecieran el objetivo del cooperativismo de ser incluidos dentro del régimen sin ningún tipo de discriminación ni limitaciones.
De esa forma la CARCO junto con otras entidades cooperativas, y como gestora a Cooperar, pergeño la denominada Campaña Nacional de Petición que fue llevada a cabo en nombre de Cooperar mediante el envío a la Casa de Gobierno de una multitud de telegramas y cartas con el siguiente texto, que resume conceptualmente qué son las cooperativas y cuáles son sus peticiones, que transcribimos:
Pero este año, estuvo también signado por las Audiencias Públicas, que desde junio de 2001, convocó la Comisión de Comunicaciones e informática de la Cámara de Diputados. Ese fue un momento muy importante de la lucha que la Cámara venía llevando a cabo, pues requirió de nuestra dirigencia el máximo de dedicación y estudio, para dar correctamente la “batalla de ideas” que se desató en ese frío invierno.
La primera Audiencia Pública, tuvo lugar en Resistencia, Chaco, el 11 de junio de 2001. Allí todo parecía indicar que se debatiría sólo el proyecto oficial de Ley de radiodifusión; pero inesperadamente para algunos funcionarios, el Cooperativismo presentó un documento consistente y definitorio de la oposición que le suscitaban algunos de los conceptos que definían ese proyecto. Los ejes que se plantearon, que podemos definir como aquellos temas que devenían de la calificación de los servicios, donde introducimos el concepto de “servicios de radiodifusión abiertos con uso del espectro radioeléctrico, servicios de radiodifusión individualizados con uso del espectro radioeléctrico y servicios de radiodifusión individualizados que utilicen medios físicos”, este tema fue largamente debatido en las sucesivas audiencias. También nos detuvimos en los procedimientos para otorgar licencias, y en lo que sería el eterno argumento de proscribir a las cooperativas prestadoras de servicios públicos, que con confusa o directa letra se pretendía imponer en el texto oficial. Además, demostramos que en definitiva, existía una aparente búsqueda de inclusión a las cooperativas, cuando en realidad no lo había. Podemos decir que después de Resistencia, nada fue igual en el debate de las Audiencias Públicas. En Tucumán, el 25 de junio de 2001, se reafirmó lo expresado en Resistencia; pero se avanzó aún más, incorporando al debate la necesidad de tener en cuenta los otros proyectos presentados, además de los del PEN. Eso también cambió el eje de la discusión, pues se detectó que había otras opciones y no una sola. San Juan el 2 de julio de ese año se utilizó principalmente para expresar con cifras oficiales, la importancia del sector cooperativo de servicios públicos y la voluntad de incorporar a una futura ley consideraciones sobre la defensa de la competencia, que el cooperativismo no sólo no violaba, sino del cual era excluido. En Rosario, en una masiva audiencia, CARCO expresó con contundencia los conceptos que venía desarrollando y ese 6 de agosto de 2001 recibimos el apoyo de la Asamblea. Pero habría más aún pues en Capital Federal se concretarían en el próximo ejercicio y por tanto sujetos a Memoria en ese período, dos nuevas Audiencias, que concluirían con el Proyecto de Ley que el Movimiento Cooperativo presentara ante la Cámara de Diputados.